Una intensidad de colores anuncia la noche en la montaña.
El Algarrobo se despereza con fuerza en el atardecer.
Sacude sus ramas, carteles y personas del entumecimiento del tiempo
y se echa a andar de la mano del río.
Llega la lluvia a compartir palabras de lucha,
a sostener la calma de un pueblo que grita “¡basta!”
El camino que se abre está lleno de piedras.
Piedras para aprender a andar despacio y construir con firmeza.
Piedras para tirar en caso de necesidad.
Los animales mueren y las personas enferman de saqueo y contaminación.
Cada caminata por calles queridas hace crecer la indignación ante el poder.
Cada sorbo de agua transforma el miedo en convicción.
Y se hace dignidad la resistencia.
Y se hace árbol la libertad.
Entre conflictos y contradicciones, va naciendo la autodeterminación.
Llega la nieve a completar el Nevado y su abrazo ilumina las banderas
que repiten sin cansancio que “no pasarán las mineras”.
El Algarrobo aviva el fogón y se acomoda para dar nuevos pasos.
Sus raíces se extienden y se acarician con la Pachamama.
Sus ramas se multiplican en una diversidad de voces.
Y sus frutos alimentan la sabiduría de un pueblo que lucha sembrando amor.
Verónica Gelman
Andalgalá, mayo 2010
Carta del Subcomandante Marcos
…
Y, entonces, mi querido chechenio, faltaría por definir lo que es rebeldía.
Pudiera bastar con que echaras una mirada a todos los hombres y mujeres que pusieron empeño en levantar ese Aguascalientes, y a los que asistirán a su inauguración (a la clausura no, porque seguro eso lo hará la policía) para que obtuvieras una definición, pero como ésta es una carta, debo intentar hacerlo con palabras que, por muy elocuentes que sean, nunca serán tan contundentes como las miradas.
Así que, buscando un texto que me sirviera para eso, encontré un libro que me prestó el Javier Elorriaga.
El librito se llama Nueva Etiopía, y es de un poeta vasco que se llama Bernardo Atxaga. Hay ahí un poema que se llama "Reggae de las Mariposas", que habla de las mariposas que vuelan mar adentro y que no tendrán un lugar donde posarse porque el mar no tiene islas ni rocas.
Bueno, que me perdone don Bernardo si la síntesis no es tan afortunada como su reggae, pero me sirve para lo que quiero decirte:
La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su vuelo hacia ese mar sin islas ni rocas.
Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo, su vuelo no titubea.
Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas ni suicidas, lo que pasa es que saben que tendrán donde posarse, que hay por ahí un islote que ningún satélite ha detectado.
Y ese islote es una rebeldía hermana que, es seguro, saldrá a flote justo cuando la mariposa, es decir, la rebeldía voladora, empiece a desfallecer.
Entonces la rebeldía voladora, es decir, la mariposa marina, pasará a formar parte de ese islote emergente, y será así el punto de apoyo para otra mariposa que ya emprende su vuelo decidido rumbo al mar.
La cosa no pasaría más allá de una curiosidad en los libros de biología, pero, como dijo no sé quién, el aletear de una mariposa suele ser el origen de los grandes huracanes.
Con su vuelo, la rebeldía voladora, es decir, la mariposa, está diciendo ¡NO!
No a
No
No
No
Y nada, absolutamente nada, será tan maravilloso como ver la osadía de ese vuelo, apreciar el desafío que representa, sentir cómo se empieza a agitar el viento y ver cómo, con esos aires, no son las hojas de los árboles las que tiemblan, sino las piernas de los poderosos que hasta ese entonces pensaban, ingenuos, que las mariposas morían mar adentro.
Pues sí, mi apreciado moscovita, es sabido que las mariposas, como la rebeldía, son contagiosas.
Y hay mariposas, como rebeldías, de todos los colores.
Las hay azules, que se pintan así para que el cielo y el mar se las disputen.
Y las hay amarillas, para que el sol las abrace.
Las hay rojas, pintadas así por sangre rebelde.
Las hay marrones, que llevan así en las olas el color de
Las
Y
Y hay vuelos de todos los colores.
Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y entonces hay arcoiris.
Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia que se respete, es traer el arcoiris más abajo de modo que los niños puedan aprender a volar.
…
Subcomandante Insurgente Marcos
México, octubre del 2002
No hay comentarios.:
Publicar un comentario